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Por @virginiaescobar

Cuenta la historia que hubo una vez una muchacha muy hermosa que un día se dirigió al bosque de Caterhaugh, en la frontera Escocesa para recoger rosas silvestres. Apenas había arrancado se presento ante ella un elfo alto y hermoso, ambos se coquetearon mutuamente y acabaron por enamorarse. Cuando la joven partió llevaba en su vientre un hijo del duende.

Su padre furioso la acoso hasta que ella revelo que su hijo era de un elfo. Todos se echaron a reír y ella se sintió muy avergonzada.

La víspera del día de Todos los Santos se interno en el bosque y llamo a su amante hasta que el elfo apareció. Le dijo que en realidad era un caballero humano sometido a un encantamiento de la Reina de las Hadas, que su nombre era Tam Lin y era nieto del conde de Roxburgh.

Para liberarlo del hechizo, la hermosa joven, debía derribarlo del caballo en la cabalgata nocturna y aguantar todas las pruebas, y así lo hizo, espero escondida en el bosque hasta que la apareciera la tropa, y cuando reconoció a su amado salio de su escondite y lo derribo del caballo. Su amado se convirtió en una horrible serpiente, y aun cuando estaba aterrada no lo soltó, después se convirtió en un hierro incandescente y ella lo sumergió en el pozo, del cual salio mucho humo

De pozo salio un hombre desnudo, era su amado Tam Lin que había vuelto a ser humano. La Reina de las Hadas quedo sorprendida al ver que un mortal había conseguido burlar uno de sus hechizos y dijo: «De haber sabido que una mujer podría robarle un hechizo, le habría arrancado el corazón al joven y convertido en piedra»

Dicho esto se marcho y desapareció entre los árboles de aquel oscuro bosque seguida por su banda.